Los trastornos hemorrágicos afectan a la forma en la que el cuerpo controla la coagulación de la sangre. Si su sangre no coagula lo suficiente, puede sangrar demasiado después de una lesión o una cirugía. Si su sangre coagula demasiado, puede dar lugar a otras afecciones médicas, por lo que en el blog de esta semana hablaremos sobre el tema.
¿Qué son los trastornos hemorrágicos?
Este tema de salud se centra en los trastornos hemorrágicos causados por problemas con los factores de coagulación, como la hemofilia y la enfermedad de Von Willebrand.
Los factores de coagulación son proteínas de la sangre que actúan en conjunto con pequeñas células denominadas plaquetas para formar coágulos de sangre. Cualquier problema que afecte a la función o a los niveles de factores de coagulación o de plaquetas puede dar lugar a un trastorno hemorrágico.
Un trastorno hemorrágico puede ser hereditario, es decir que se nace con el trastorno, o puede ser adquirido, es decir que surje a lo largo de la vida. Puede ocasionar síntomas como tendencia a que se formen hematomas, sangrado abundante durante la menstruación y sangrados nasales frecuentes.
Tipos
Los trastornos hemorrágicos pueden ser hereditarios, o pueden ser adquiridos, lo que significa que surjen a lo largo de la vida. Los trastornos hemorrágicos adquiridos son más frecuentes que los hereditarios.
Trastornos hemorrágicos adquiridos
Un trastorno hemorrágico puede aparecer si algo, como una enfermedad o un medicamento, hace que el cuerpo deje de producir factores de coagulación de la sangre o que los factores de coagulación dejen de funcionar correctamente. Algunos problemas con los vasos sanguíneos también pueden producir sangrados.
Entre los trastornos hemorrágicos adquiridos se encuentran los siguientes:
coagulación intravascular diseminada
sangrado asociado a enfermedad del hígado (hepatopatía)
sangrado por deficiencia de vitamina K
enfermedad de Von Willebrand y hemofilia, que habitualmente son enfermedades hereditarias pero que pueden desarrollarse como resultado de una afección médica
ovillos de vasos sanguíneos, llamados malformaciones arteriovenosas, que en raras ocasiones pueden formarse en el cerebro o en otras zonas del cuerpo y que causan sangrado antes de nacer o más adelante en la vida
otros tipos de trastornos hemorrágicos adquiridos poco frecuentes, como las deficiencias de factor I, II y V, que reciben su nombre según el factor de coagulación que causa el problema
Trastornos hemorrágicos hereditarios
Entre los trastornos hemorrágicos hereditarios se encuentran los siguientes:
deficiencia combinada de factores de coagulación dependientes de la vitamina K (VKCFD, por sus siglas en inglés), que se produce por un problema en los factores de coagulación II, VII, IX y X
hemofilia A, el tipo más común de hemofilia, que se produce por la falta o bajo nivel de factor de coagulación VIII
hemofilia B, que se produce por la falta o bajo nivel de factor de coagulación IX
hemofilia C, que es poco frecuente y se produce por la falta o bajo nivel de factor de coagulación XI
enfermedad de Von Willebrand (EVW), el trastorno hemorrágico hereditario más común, cuyos distintos tipos se numeran en función de la frecuencia de cada tipo y la magnitud de los problemas de sangrado que producen
telangiectasia hemorrágica hereditaria (THH), un raro trastorno hereditario que produce ovillos de vasos sanguíneos en diferentes partes del cuerpo y que pueden producir sangrado
otros tipos de trastornos hemorrágicos hereditarios poco frecuentes, como las deficiencias de factor I, II, V, V + VIII, VII, X, XI o XIII, que reciben su nombre según el factor de coagulación que causa el problema
Síntomas
Los síntomas pueden variar según el tipo de trastorno hemorrágico y su causa. Los síntomas pueden ser evidentes poco tiempo después de nacer o pueden pasar inadvertidos hasta la edad adulta. Los trastornos hemorrágicos pueden producir síntomas leves, como los sangrados nasales, y graves, como un accidente cerebrovascular hemorrágico (derrame cerebral). Es posible que las personas con un trastorno hemorrágico leve no noten ningún síntoma hasta que se produce una lesión o se someten a un procedimiento médico.
Los trastornos hemorrágicos pueden producir los siguientes síntomas:
sangre en la orina y las deposiciones
sangrado excesivo que no se detiene al ejercer presión y que puede comenzar de manera espontánea, como los sangrados nasales o después de un corte, procedimiento dental o cirugía
hematomas grandes o frecuentes
sangrado intenso después del parto
sangrado menstrual abundante, que incluye tener períodos menstruales que a menudo duran más de siete días o que requieren cambiar las compresas o toallas higiénicas y los tampones más de una vez por hora
petequias, o sangrado por debajo de la piel que causa pequeñas manchas de color violáceo, rojo o marrón
enrojecimiento, hinchazón, rigidez o dolor por el sangrado en músculos o articulaciones, lo que es especialmente común en la hemofilia hereditaria
sangrado por el muñón umbilical que dura más de lo habitual en recién nacidos, alrededor de 1 a 2 semanas después del corte del cordón umbilical, o que no se detiene
¿Cuáles son las causas de los trastornos hemorrágicos?
Sus genes y otras causas como afecciones médicas o medicamentos pueden dar lugar a trastornos hemorrágicos. En ocasiones, la causa es desconocida. Cualquier problema que afecte a la función o a los niveles de factores de coagulación o de plaquetas puede ocasionar un trastorno hemorrágico.
Para diagnosticar un trastorno hemorrágico, su proveedor de atención médica tendrá en cuenta sus síntomas, factores de riesgo, antecedentes médicos y familiares y los resultados de sus pruebas de diagnóstico. Una vez que el proveedor identifique el tipo de trastorno hemorrágico que tiene, trabajará junto a usted para crear un plan de tratamiento que se ajuste a sus necesidades médicas.
Referencias:
National Heart, Lung, and Blood Institute. Trastornos hemorrágicos, extraído de: https://www.nhlbi.nih.gov/es/salud/trastornos-hemorragicos
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