La temporada de influenza ha comenzado, y es probable que tanto los virus que causan la influenza como el virus que causa el COVID-19 se propaguen durante este otoño e invierno, por lo que es importante tomar las precauciones necesarias para prevenir el ser contagiados, de ahí la importancia de hablar de las medidas de prevención para la influenza en el blog de esta semana.
Tómese el tiempo para vacunarse contra la influenza.
Se recomienda la vacunación anual contra la influenza como el primer paso y el más importante para protegerse contra los virus de la influenza. Ahora más que nunca es importante vacunarse contra la influenza durante la temporada 2020-2021.
Las vacunas contra la influenza no previenen el COVID-19, pero reducirán la carga de casos, hospitalizaciones y muertes a causa de la influenza en el sistema de atención médica y ayudarán a preservar los escasos recursos médicos para atender a las personas con COVID-19.
La mayoría de las vacunas contra la influenza brinda protección contra los cuatro virus de la influenza que, según las investigaciones, serán los más comunes.
Todas las personas de 6 meses de edad o más deben recibir la vacuna anual contra la influenza antes de fines de octubre.
La vacunación de personas con alto riesgo es particularmente importante para disminuir el riesgo de padecer enfermedades graves por la influenza.
Las personas con alto riesgo de presentar complicaciones por la influenza incluyen los niños pequeños, las mujeres embarazadas, las personas con ciertas afecciones crónicas como el asma, la diabetes o la enfermedad cardiaca y pulmonar, y adultos de 65 años o más. Muchas personas que tienen mayor riesgo de contraer la influenza también parecen tener mayor riesgo de contraer el COVID-19.
Asimismo, la vacunación es importante para los trabajadores de los cuidados de salud, y para otras personas que conviven o cuidan a personas con alto riesgo para evitar transmitirles la influenza. Esto es especialmente importante para las personas que trabajan en establecimientos de cuidados a largo plazo, donde viven muchas de las personas más vulnerables a la influenza y al COVID-19.
Los niños menores de 6 meses corren un alto riesgo de presentar graves complicaciones por la influenza, y son muy pequeños para ser vacunados. En cambio, las personas que cuidan a bebés sí deben vacunarse.
Tome medidas preventivas todos los días para detener la propagación de microbios.
Tome las medidas preventivas cotidianas que siempre se recomiendan para detener la propagación de la influenza.
Evite el contacto cercano con personas que estén enfermas.
Si está enfermo, limite el contacto con otras personas tanto como sea posible para evitar transmitirles la infección.
Cúbrase la boca al toser o estornudar.
Cúbrase la nariz y la boca con un pañuelo al toser o estornudar. Arroje el pañuelo a la basura luego de utilizarlo.
Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón. Si no se dispone de agua y jabón, utilice un desinfectante para manos a base de alcohol.
Evite tocarse los ojos, la nariz o la boca. Los gérmenes se diseminan de esta manera.
Limpie y desinfecte las superficies y los objetos que puedan estar contaminados con los virus que causan la influenza.
Para la influenza, los Centros para el control y la prevención de enfermedades, recomiendan que las personas se queden en casa durante al menos 24 horas después de que la fiebre haya desaparecido, excepto para buscar atención médica o para otras necesidades.
En el contexto de la pandemia del COVID-19, es posible que los gobiernos o departamentos de salud pública locales recomienden tomar precauciones adicionales en su comunidad. Siga dichas indicaciones.
Tome los medicamentos antivirales contra la influenza si su médico se los receta.
Si contrajo la influenza, pueden utilizarse medicamentos antivirales para tratar su enfermedad. Los medicamentos antivirales contra la influenza no están diseñados para tratar el COVID-19.
Los medicamentos antivirales son diferentes de los antibióticos. Son medicamentos recetados (pastillas, líquidos o polvos de inhalación) y no son de venta libre.
Los medicamentos antivirales pueden aliviar la gravedad de la enfermedad y acortar su duración.
Hay estudios que demuestran que los medicamentos antivirales funcionan mejor como tratamiento cuando se los comienza a administrar a los 2 días de haberse enfermado. No obstante, empezar a tomarlos más tarde aún puede ser útil, especialmente si la persona enferma presenta un factor de alto riesgo o está gravemente enferma a causa de la influenza.
Si corre mayor riesgo de enfermarse a causa de la influenza y tiene los síntomas de la enfermedad, llame a su proveedor de atención médica cuanto antes para poder tratarse con antivirales para la influenza, si fuese necesario. Siga los consejos de su médico en cuanto a la toma de los medicamentos.
Síntomas:
Los síntomas de la influenza incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores corporales, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Algunas personas pueden presentar vómitos y diarrea. Las personas pueden estar infectadas por la influenza y tener síntomas respiratorios sin fiebre.
Referencia:
CDS (25/09/2020) Medidas de prevención, extradido de: https://espanol.cdc.gov/flu/prevent/prevention.htm
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