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Centro Clínico

Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2023

Este 10 de septiembre es el día mundial para la prevención del suicidio por lo que en el blog del día de hoy hablaremos sobre el tema.


El día mundial para la prevención del suicidio:


El suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Se calcula que actualmente se producen más de 700 000 suicidios al año en todo el mundo, y sabemos que cada uno de ellos afecta profundamente a muchas más personas.


«Crear esperanza a través de la acción» es el tema trienal del Día Mundial para la Prevención del Suicidio de 2021-2023. Este tema sirve como una poderosa llamada a la acción y como recordatorio de que hay una alternativa al suicidio y de que a través de nuestras acciones podemos alentar la esperanza y fortalecer la prevención.


Creando esperanza a través de la acción podemos decir a las personas con pensamientos suicidas que hay esperanza y que nos preocupamos por ellos y queremos apoyarlos. El lema también indica que nuestras acciones, sin importar su escala, pueden brindar esperanza a aquellos que lo están pasando mal.


Por último, sirve como recordatorio de que la prevención del suicidio es una prioridad de salud pública y de que se requieren medidas urgentes para reducir las tasas de mortalidad por esta causa. La OMS seguirá trabajando con sus asociados para ayudar a los países a adoptar medidas concretas en este sentido.



El Suicidio:


Todos los casos son una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tienen efectos duraderos para los allegados de la víctima. Puede ocurrir a cualquier edad, y en 2019 fue la cuarta causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.


Los suicidios no solo ocurren en los países de altos ingresos, sino que es un fenómeno que afecta a todas las regiones del mundo. De hecho, más del 77% de los suicidios ocurridos en 2019 tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medianos.



Grupos de riesgo


Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales (en particular, la depresión y el consumo de alcohol) está bien documentado en los países de altos ingresos, muchos casos se dan en personas que lo cometen impulsivamente en situaciones de crisis en las que su capacidad para afrontar las tensiones de la vida, como los problemas económicos, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos, está mermada.


Además, se ha demostrado suficientemente que vivir conflictos, catástrofes, actos violentos, abusos, pérdida de seres queridos y sensación de aislamiento puede generar conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables y discriminados. El principal factor de riesgo es, con diferencia, un intento previo de suicidio.



Prevención y control


La OMS ha elaborado una guía para prevenir el suicidio en el que se recomiendan las siguientes intervenciones de eficacia demostrada que se basan en la evidencia:

  • restringir el acceso a los medios utilizados para suicidarse (por ejemplo, los plaguicidas, las armas de fuego y ciertos medicamentos);

  • educar a los medios de comunicación para que informen con responsabilidad sobre el suicidio;

  • desarrollar en los adolescentes aptitudes socioemocionales para la vida;

  • detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas que muestren conductas suicidas y hacerles un seguimiento.

Estas medidas se deben acompañar de intervenciones básicas como un análisis de la situación, la colaboración multisectorial, la sensibilización, la creación de capacidad, la financiación, la vigilancia, y el seguimiento y la evaluación.



Referencias:

Organización Mundial de la Salud (17/06/2021) Suicidio, extraído de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide

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