Los cánceres de vagina y de vulva ocurren con poca frecuencia. Aunque muchas mujeres tienen riesgo de contraer este tipo de cáncer, muy pocas lo contraen, sin embargo, es muy importante hablar y conocer sobre este tipo de cáncer.
Si el cáncer aparece primero en la vagina, se denomina cáncer vaginal o de vagina. La vagina, también llamada la vía de parto, es un canal hueco en forma de tubo ubicado entre la parte inferior del útero y el área externa del cuerpo.
Si el cáncer aparece primero en la vulva, se denomina cáncer de vulva. La vulva es la parte externa de los órganos genitales femeninos. Tiene dos pliegues de piel, llamados labios mayores y labios menores de la vagina. El cáncer de vulva se presenta con más frecuencia en los bordes internos de los labios de la vagina.
¿Cuáles son los síntomas?
En su etapa inicial, la mayoría de los cánceres vaginales no presentan signos ni síntomas. Pero en caso de presentarse, pueden incluir los siguientes:
Flujo o sangrado vaginal que no son normales para usted. El sangrado puede ser anormal por su gran cantidad o por el momento en que aparece, como por ejemplo después de la menopausia, entre periodos menstruales o cualquier otro tipo de sangrado que sea en mayor cantidad o dure más de lo normal.
Cambios en la forma que orina o defeca, como pasar sangre en las heces o en la orina, ir al baño más a menudo o estar estreñida.
Dolor en la pelvis, el área ubicada en la parte inferior del estómago y entre las caderas, especialmente al orinar o tener relaciones sexuales.
Muchas mujeres con cáncer de vulva presentan los siguientes signos y síntomas:
Comezón, ardor o sangrado en la vulva que no desaparece.
Cambios en el color de la piel de la vulva, que presenta un tono más rojo o más pálido de lo normal.
Cambios en la apariencia de la piel de la vulva, como verrugas o irritación parecida al sarpullido.
Llagas, bultos o úlceras en la vulva que no se curan.
Dolor en la zona pélvica, especialmente al orinar o tener relaciones sexuales.
Es importante que usted conozca su cuerpo y pueda identificar qué condiciones son normales para usted. Si tiene un sangrado vaginal que no es normal para usted, consulte a su médico inmediatamente.
¿Cómo se detectan?
No existen métodos sencillos o confiables para detectar los cánceres de vulva y de vagina en las mujeres que no presentan signos ni síntomas.
La detección consiste en la realización de pruebas para determinar si existe una enfermedad antes de que presente síntomas. Las pruebas de detección del cáncer son eficaces cuando pueden encontrar la enfermedad a tiempo, lo cual pueden llevar a un tratamiento más eficaz. Las pruebas de diagnóstico se utilizan cuando la persona tiene síntomas. El propósito de las pruebas de diagnóstico es averiguar, o sea, diagnosticar la causa de los síntomas, y también pueden usarse para evaluar a las personas que se considera que tienen un alto riesgo de padecer cáncer.
La prueba de Papanicoláu no detecta los cánceres de vagina o de vulva. Debido a que no existe una manera sencilla y confiable para detectar cánceres ginecológicos a excepción del cáncer de cuello uterino, es especialmente importante reconocer los signos de advertencia e informarse sobre lo que puede hacer para reducir su riesgo.
Estos son los pasos que usted puede seguir:
Conozca su cuerpo para que pueda identificar las condiciones normales para usted.
Si nota algún cambio en su cuerpo que no es normal para usted y que puede ser un signo de cáncer de vulva o de vagina, consulte con su médico para conocer las causas posibles.
Visite a su médico con frecuencia para realizarse un control.
¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de los cánceres de vagina y de vulva?
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus común con más de 200 tipos o especies diferentes. Más de 30 tipos pueden pasar de una persona a otra a través del contacto directo con la piel durante las relaciones sexuales. Casi todos los cánceres de cuello uterino, y algunos cánceres de vagina, de vulva y de otro tipo, son causados por el VPH.
La vacuna contra el VPH protege contra los tipos de VPH que causan el cáncer de cuello uterino, vagina y vulva con mayor frecuencia.
La vacunación contra el VPH se recomienda para los preadolescentes de 11 a 12 años de edad, pero puede comenzar desde los 9 años.
La vacuna contra el VPH también se recomienda para todas las personas hasta los 26 años, si es que aún no se han vacunado.
No hay recomendaciones sobre la vacunación contra el VPH para personas mayores de 26 años. Sin embargo, es posible que algunos adultos entre los 27 y 45 años de edad, que todavía no se hayan vacunado, decidan vacunarse contra el VPH después de hablar con su médico acerca del riesgo que tienen de contraer nuevas infecciones por el VPH y los posibles beneficios de la vacunación. La vacunación contra el VPH en este rango de edad proporciona menos beneficios, debido a que más personas ya han estado expuestas a este virus.
Si se comienza la vacunación antes de los 15 años, se recomiendan dos dosis con un intervalo de entre 6 y 12 meses. A las personas que empiezan la serie después de cumplir los 15 años, se les pone la vacuna en una serie de tres inyecciones.
La vacunación contra el VPH previene nuevas infecciones por este virus, pero no sirve para tratar las infecciones o enfermedades existentes. Esta es la razón por la cual la vacuna contra el VPH es más eficaz cuando se administra antes de cualquier exposición al virus. Usted debería hacerse pruebas de detección de cáncer con regularidad, incluso si recibió una vacuna contra el VPH.
Referencias:
Centro para el control y prevención de enfermedades (14/06/23) lo que debes saber sobre el cáncer de vagina y de vulva, extraído de: https://www.cdc.gov/spanish/cancer/vagvulv/
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