Campylobacter es una de las cuatro principales causas mundiales de enfermedad diarreica y está considerada como la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en el mundo, de ahí la importancia de poder conocer más de ella en el blog de esta semana.
La elevada incidencia de diarrea por Campylobacter, su duración y sus posibles complicaciones le confieren gran importancia desde el punto de vista socioeconómico. En los países en desarrollo, las infecciones por Campylobacter son especialmente frecuentes en menores de 2 años, en los que a veces son mortales.
Campylobacter son bacilos, por lo general con forma espiralada, de S o curva. Actualmente, el género Campylobacter comprende 17 especies y seis subespecies, de las cuales las detectadas con más frecuencia en enfermedades humanas son C. jejuni (subspecie jejuni) y C. coli. En pacientes con enfermedades diarreicas también se han aislado otras especies, como C. lari y C. upsaliensis, pero son menos frecuentes.
La enfermedad y sus sintomas
La campilobacteriosis es la enfermedad causada por la infección por Campylobacter.
Los primeros síntomas de la enfermedad suelen aparecer entre 2 y 5 días después de la infección, pero el periodo puede oscilar entre 1 y 10 días.
Los síntomas clínicos más frecuentes de las infecciones por Campylobacter son diarrea (frecuentemente sanguinolenta), dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos, y duran por lo general de 3 a 6 días.
La muerte por campilobacteriosis es poco frecuente y suele ocurrir solo en pacientes muy jóvenes o de edad avanzada, o bien en aquellos que ya padecen alguna otra enfermedad grave, como el sida.
También se han observado, con diverso grado de frecuencia, complicaciones como bacteremia (presencia de bacterias en sangre), hepatitis, pancreatitis (inflamación del hígado y el páncreas, respectivamente) y abortos. Entre las complicaciones posteriores a la infección figuran la artritis reactiva (inflamación dolorosa de las articulaciones que puede durar varios meses) y trastornos neurológicos como el síndrome de Guillain-Barré, una forma de parálisis semejante a la poliomielitis que puede provocar disfunción respiratoria y neurológica grave, e incluso la muerte, en un reducido número de casos.
Fuentes y transmisión
Las especies de Campylobacter están ampliamente distribuidas en la mayoría de los animales de sangre caliente, pero son prevalentes en animales destinados al consumo, como aves de corral, vacunos, porcinos, ovinos y avestruces, y en los animales de compañía, como perros y gatos, incluso en algunos casos también se han encontrado en el marisco.
Por lo general, se cree que la vía principal de transmisión son:
Los alimentos, a través de la carne y los productos cárnicos poco cocidos, así como
La leche sin hervir o contaminada.
El agua o el hielo contaminados son también una fuente de infección.
Algunos casos ocurren tras el contacto con agua contaminada durante actividades recreativas.
No está claro cuál es la contribución relativa de cada una de las fuentes antes mencionadas a la carga total de morbilidad, pero se cree que el consumo de carne de aves de corral poco cocida es una de las fuentes principales de infección. Dado que los brotes originados en las fuentes comunes representan una proporción bastante reducida de casos, la inmensa mayoría de los informes se refieren a casos esporádicos, que no presentan una pauta fácilmente discernible.
Tratamiento
Generalmente no es necesario tratamiento, excepto la reposición de líquidos y electrolitos. El tratamiento antimicrobiano está recomendado en casos invasivos (cuando las bacterias invaden las células de la mucosa intestinal y dañan los tejidos) o bien para suprimir el estado de portador (es decir, cuando una persona tiene Campylobacter en su organismo y sigue diseminando las bacterias sin padecer los síntomas de la enfermedad).
Prevención
Hay varias estrategias para prevenir la enfermedad por Campylobacter:
La prevención se basa en medidas de control en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción en el establecimiento agropecuario hasta la elaboración, manufactura y preparación de los alimentos tanto comercialmente como en los hogares.
En los países que no poseen un sistema adecuado de alcantarillado puede ser necesario desinfectar las heces y los objetos contaminados por estas antes de su eliminación.
Entre las medidas encaminadas a reducir la prevalencia de Campylobacter en las aves de corral figura el mejoramiento de la bioseguridad a fin de evitar la transmisión de la bacteria del medioambiente a las aves de la explotación.
El sacrificio de los animales en buenas condiciones de higiene reduce su contaminación por las heces, pero no garantiza la ausencia de Campylobacter en la carne y los productos cárnicos. Enseñar a los trabajadores de los mataderos y a los productores de carne cruda a manipular los alimentos de forma higiénica es fundamental para mantener la contaminación en un nivel mínimo.
Los métodos de prevención de la infección en las cocinas de los hogares son similares a los usados respecto de otras enfermedades bacterianas de transmisión alimentaria.
El tratamiento bactericida, como la aplicación de calor (p. ej. cocimiento o pasteurización) o la irradiación es el único método eficaz de eliminar Campylobacter de los alimentos contaminados.
Referencias:
World Health Organization (23/01/18) Campylobacter, revisado de: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/campylobacter
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